jueves, 7 de julio de 2016

Acheli Panza




La última mentira que dijiste.

Son dos cuadras cuando eran seis. Siempre miento sobre distancias a mis hijos.

¿Cómo llegás al momento de sentarte a escribir? ¿Algún ritual u obsesión?

Escribo cuando puedo. Tengo dos hijos, uno de once años, un preadolescente que tilda en todos los casilleros de lo que le toca y otro de siete al que no le gusta nada hacer la tarea. Aparte trabajo ocho horas por día en una inmobiliaria y está mi casa y mi marido. La escritura aparece cuando necesito escaparme de todo eso pero también aparece cuando tengo ganas imparables de contar algo. Escribir siempre es para mí una posibilidad de liberación.

¿Golpes de inspiración o trabajo constante?

Ambas. Golpes de inspiración y trabajo mental sobre esa inspiración. El tiempo de escritura es muy escaso, solo cuando puedo. Suelen pasar muchos días, incluso semanas sin que me siente a escribir.

¿Durante ese proceso, imaginás un lector? ¿Es alguien definido?

Nunca pienso en un lector. Escribo porque me divierte contar algunas historias que se me ocurren y siempre que escribo siento que estoy haciendo algo que me da libertad. No pienso en nada que me limite. Cuando corrijo por ahí se me ocurre que eso no le va a gustar a nadie y ahí aparece el lector.

¿Qué otras actividades te inspiran?

Leer, escuchar música, mirar una película, estoy muy cinéfila últimamente. O imágenes; algo que me conmueva y que quede en mi cabeza por varios días, eso puede formar parte de algo que escriba. Lo que vivencio también es muy importante y los sueños que tengo.

¿Sentís que tu escritura evoluciona o se modifica con el tiempo?

Siento más responsabilidad en la corrección, pero no sé si mis intenciones de escribir mejor se ven.

¿Tenés alguna idea postergada por sentir que te faltan herramientas?

Tengo ideas postergadas por falta de tiempo. Si tuviera más tiempo para escribir seguramente ahí me daría cuenta de que me faltan herramientas.

¿Cómo es tu experiencia con los editores y el proceso de publicación?

Excelente, trato de preguntar poco y todo me sorprende para bien. Tengo muchos amigos que tienen editorial y sé que no es un trabajo fácil, lo valoro mucho.

¿Qué es un buen editor?

Damián Ríos, Mariano Blatt, Paula Brecciaroli, Marcos Almada. Trabajé con Mariano, Damián y Marcos y siempre sentí que hicieron todo para que el libro salga lo mejor posible. Con Paula somos muy amigas y sé que hace lo posible y lo imposible por los libros.

¿Cómo se escribe hoy? ¿Las redes sociales modificaron la manera en que se piensa?

Si, es todo más vertiginoso, porque también se lee así y todo lo actual ha adquirido una mayor preponderancia con las redes sociales.

¿Con qué criterios define la crítica cuáles autores son importantes?

No sé, me resulta sorprendente eso. Es muy difícil elegir porque hay muchas personas que escriben muy bien. De todas formas pienso que es complicado creer que la legitimación de un escritor viene desde la crítica; para mi viene desde el lector.

El último libro que te haya sorprendido.

Una soledad demasiado ruidosa, de Bohumil Hrabal.

Un contemporáneo al que admires profundamente, en secreto.

Mariana Enríquez, la admiro completamente: su literatura, sus notas y su personalidad.

Tu top five. Vale todo.

Antología de cuento extraño, de Rodolfo Walsh.
Cuentos completos, de Saer.
Los peligros de fumar en la cama, de Mariana Enríquez.
Hay gente que no sabe lo que hace, de Alejandra Zina.
El viento que arrasa, de Selva Almada; este libro lo volví a leer hace poco y de vuelta me voló la cabeza.
        
¿Cómo es tu relación con el dinero?

No hay relación posible diría Lacán. Gasto lo que tengo, no tengo posibilidad de ahorro. Igual me parece que andamos todo un poco en la misma.

¿Y con el tiempo? ¿Cuánto se resigna para escribir, digamos, “profesionalmente”?

Eso es lo que quiero, poder resignar algo para poder escribir más tiempo, por ahora no me pude organizar para hacerlo.

¿Imaginás cómo te perciben tus pares? ¿Y el que te lee? ¿Es lo mismo?

No me imagino como me perciben ni mis pares ni los que me leen, eso tendrían que decirlo ellos, ¿no?

¿Qué te angustia?

La muerte, la locura, la miseria, la crueldad, la indiferencia.

El mejor consejo que te dieron.

Alrededor de mis quince años tuve una época en la que lloraba mucho, no me acuerdo por qué, no debe haber sido tan importante, pero sí recuerdo que una vez yo caminaba por afuera de casa y mientras caminaba las lágrimas caían por las mejillas; mi viejo se acercó y me acompañó en el recorrido, no dijo nada, tampoco preguntó, pero cada tanto acercaba su mano a mi cara y me secaba las lágrimas/////.


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ACHELI PANZA


Nació en Misiones, en 1974. En 2013 cuentos suyos fueron incluidos en la antología Relatos deliberados, de Textos intrusos. En 2014 se publicó su primer libro de cuentos, Santoral, por Blatt&Ríos. En 2015 se publicó Camoatí en el marco del proyecto Leer es futuro del Ministerio de Cultura de la Nación. Es Lic. en Psicología, vive y trabaja en Buenos Aires.






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