-La última mentira
que dijiste.
-Yo nunca miento.
-¿Cómo llegás al
momento de sentarte a escribir? ¿Algún ritual u obsesión?
-Escribo a la
mañana, en bares, café mediante, a mano, en un cuaderno espiralado a
rayas, con birome
negra; la alteración de cualquiera de estos factores ha demostrado
alterar el
producto
-¿Golpes de
inspiración o trabajo constante?
-Inspiración para
las ideas, trabajo constante para materializarlas en un texto.
-¿Durante ese
proceso, imaginás un lector? ¿Es alguien definido?
-Nunca imagino
lectores –aunque me gusta tenerlos– la medida es que yo disfrute
mientras escribo.
Si yo disfruté al escribirlo conjeturo que el lector disfrutará al leerlo.
-¿Qué otras
actividades te inspiran?
-La natación.
Aunque no se si trata de inspiración, expiración, o más bien ambas.
-¿Sentís que tu
escritura evoluciona o se modifica con el tiempo?
-Siento que es
como mi propia cara en el espejo: hay rasgos que permanecen inalterables y
otros que van mutando; algunos para bien y otros para mal.
-¿Tenés alguna
idea postergada por sentir que te faltan herramientas?
-No sé si
postergadas, pero sí abandonadas porque sentí que el resultado no estaba a la
altura de la idea
-¿Cómo es tu
experiencia con los editores y el proceso de publicación?
-Mi experiencia
con mis editores siempre ha sido muy buena, en primer lugar porque
publicaron mis
libros y en segundo porque trabajaron para que esos libros se publicaran en las
mejores condiciones posibles.
-¿Qué es un buen
editor?
-Alguien con
intuición y sensibilidad para descubrir un libro entre una maraña de
manuscritos
inéditos.
-¿Cómo se escribe
hoy? ¿Las redes sociales modificaron la manera en que se piensa?
-Sin duda,
Internet nos formateó el cerebro, pero no advierto cambios tan grandes en la
escritura. Tal vez
la literatura ya se haya estandarizado, como la pintura de caballete, y
una nueva
escritura sólo sea posible como performance, puesta en escena, cruza con
otras disciplinas
artísticas o nuevas tecnologías, lo que también puede resultar muy
interesante.
-¿Con qué
criterios define la crítica cuáles autores son importantes?
-No lo sé, habría
que preguntárselo a los críticos. Tampoco sé cuánto pesa el juicio de la
crítica hoy día para definir a los autores importantes, la consagración es más “coral”,
entre crítica, periodismo, lectores, circulación en las redes y de todas
formas, a los autores importantes les cuesta mucho romper el estrecho cerco del
campus literario, aunque tal vez hayamos ingresado a la era de las pequeñas
audiencias, los micropúblicos, y salvo una decena de fenómenos masivos, el resto
sea cosa de minorías informadas.
-El último libro
que te haya sorprendido.
-DFW de Federico
Matías Pailos.
-Un contemporáneo
al que admires profundamente, en secreto.
-Carlos
Cristófalo, el autor de las críticas de automóviles de “Autoblog” (autoblog.com.ar)
-¿Cómo es tu
relación con el dinero?
-Tenemos un
acuerdo: yo no lo exploto y él no me falta.
-¿Y con el tiempo?
¿Cuánto se resigna para escribir, digamos, “profesionalmente”?
-Si lo que querés
de verdad es escribir, no resignás nada, porque si no, harías otra cosa en
lugar de escribir, que lleva un montón de tiempo, preocupaciones, amarguras,
frustaciones,
éxitos efímeros o dudosos y encima no da nada de guita, a diferencia de
otras disciplinas
artísticas que, no por menos nobles, no dejan de tener su costado redituable
como el cine o el teatro. Si te gusta escribir, escribís un poco todos los días,
sin esperanza y sin desesperar, como decía Carver que decía Dinesen y sin
quejarte ni
victimizarte,
agregaría yo.
-¿Imaginás cómo te
perciben tus pares? ¿Y el que te lee? ¿Es lo mismo?
-No pienso mucho
en eso, algunos pares son amigos, así que imagino que les caigo bien, los
lectores, bienvenidos sean, pero prefiero que se relacionen con el texto, no
creo que yo les pueda aportar mucho más.
-¿Qué te angustia?
-La vida, la
muerte, como a todo el mundo.
-El mejor consejo
que te dieron.
-Shut up and write/////.
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ARIEL IDEZ
Nació en Buenos
Aires en 1977. Es escritor, docente y periodista. Publicó los libros: Literal.
La vanguardia intrigante (Prometeo, 2010, ensayo), No vas a ser
astronauta (Pánico el pánico, 2010, cuentos), La última de Cesar Aira (Pánico el pánico, 2012, novela) y Luz
y fuerza (Ministerio de Cultura, 2014, cuentos). Participó en las
antologías Karaoke (Textos Intrusos,
2012), Escribir después (Outsider,
2012) Nunca menos (Pánico el pánico, 2013) y La última gauchada (Alquimia, 2014)
/ proyectos
Un libro nuevo para
el 2016.
/ novedades
El libro Luz y
fuerza, con cuatro relatos inéditos. Se puede descargar en forma gratuita en:
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